Santuario de las ballenas

Santiago del Teide, Tamaimo, Los Gigantes, Alcalá, Playa San Juan

Santiago del Teide
Bañado por los aires húmedos que envuelven las medianías de la Isla se encuentra Santiago del Teide. En su casco histórico, las contiguas edificaciones de la iglesia de San Fernando Rey, edificada en el siglo XVII, y la Casa El Patio son los dos edificios más representativos. Muy próxima parte la carretera que lleva hasta el pintoresco caserío de Masca (TF-436), cuya vista es altamente recomendable. Algo más alejada del casco, otra carretera lleva hasta Arguayo (TF-375), donde es posible visitar un interesante museo de artesanía heredero directo de la cerámica confeccionada por el pueblo guanche y el agreste paisaje provocado por la última erupción volcánica en Tenerife, ocurrida en 1909.

Continuamos el viaje hacia la costa por la TF-454 donde nos encontraremos con la localidad de Tamaimo, centro económico del municipio y desde el que podrás ver una impresionante panorámica desde el Mirador de Tamaimo ubicado un poco antes de llegar al pueblo. El camino desde Tamaimo a Puerto Santiago transcurre a través de grandes explotaciones agrícolas, el bosque de fincas e invernaderos es remplazado por gigantes de piedra volcánica.

Los Gigantes
La orografía regaló a esta parte de la Isla unas enormes paredes de oscura piedra volcánica que superan los 600 metros de altura. Los guanches la llamaban “Muralla del infierno”.

Los amantes del mar pueden disfrutar del avistamiento de cetáceos, concretamente de varios cientos de ejemplares de delfines mulares y calderones tropicales, además de otras especies, 21 en total. Se sitúan a unas tres millas de la costa, y es posible avistarlas prácticamente los 365 días del año, para lo que basta apuntarse a las excursiones que se organizan en los barcos que zarpan desde Los Gigantes (además de los de Puerto de Colón y Los Cristianos).

La Arena, Alcalá y Playa San Juan
Sin abandonar Santiago del Teide y a orillas del mar, en la zona de Playa de la Arena se abre como por arte de magia una de las playas más bellas de la Isla. Es pequeña, de arena negra y brillante. El edén de quienes allí viven.

La ruta continúa sumergiéndose entre plantaciones agrícolas de tomates o plátanos, que crecen sobre el malpaís volcánico. En la costa, Alcalá y Playa San Juan, ya en el vecino municipio de Guía de Isora, invitan a una parada para saborear el ambiente marítimo de sus rincones.