Natación

Te lanzas al agua sin dudarlo y empiezas a nadar con todas tus fuerzas. Mantienes el ritmo. Detrás de ti, la espuma. Delante la piscina esperando a que la recorras en el menor tiempo posible. Cada brazada cuenta. Sabes que lo conseguirás y sigues. Solo depende de ti y de cuántas veces quieras superarte.

Puedes disfrutar de instalaciones en piscinas descubiertas como cubiertas.

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